Clica para ver la PATOGENESIA

.

Boericke: Tos causada por un incesante cosquilleo en la hueco supraesternal, con cosquilleo que baja a la bifurcación de los bronquios; tocarse el hueco supraesternal provoca tos. Peor por la menor corriente de aire. Rumex crispus (ver foto) disminuye la secreción y al mismo tiempo aumenta la sensibilidad de las mucosas de la laringe y la tráquea.

Estómago (no puede comer carne, le causa eructos, prurito; flatulencia), Respiratorio (cosquilleo en el hueco supraesternal que causa tos; secreción mucosa copiosa de la nariz y la tráquea; tos seca, molesta, que impide el sueño; se agrava por la presión, por hablar y especialmente por inspirar aire frío y por la noche; dolor desollado debajo de la clavícula), Heces (diarrea por la mañana temprano), Piel (intenso prurito de la piel, especialmente de extremidades inferiores; peor por exposición al aire frío cuando se quita la ropa), Modalidades (Peor al anochecer, por inhalar aire frío; tórax izquierdo; por descubrirse), Dosis (3CH – 6CH).

ver más…

Nash: Diarrea con heces de color marrón que empeora a la mañana. Intenso prurito de la piel cuando se desviste para ir a la cama. Este remedio actúa de manera muy marcada en tres localizaciones: el aparato respiratorio, el intestino y la piel. “Tos violenta, incesante, seca y fastigosa, con escasa o ninguna expectoración, agravada por la presión, al hablar y especialmente por la inspiración de aire frío y durante la noche” (Dunham). Quizá no exista ningún otro remedio en el que la sensibilidad de las mucosas de la laringe y de la tráquea se halle más exaltada que en éste. Mientras el paciente está en la cama, debe cubrirse la cabeza con el fin de proteger estas mucosas del contacto con el aire, el cual inmediatamente provoca tos. La sensación de cosquilleo que provoca la tos puede localizarse en las fauces, en la fosa supraesternal o, más abajo, por detrás del esternón hasta el estómago, donde se agrega a menudo una sensación de dolor o de excoriación (Causticum).

Kent: Rumex crispus es un remedio dejado de lado, y ha sido probado sólo parcialmente. Los síntomas mentales no han salido a la luz, pero los catarrales han sido bien expuestos por los pacientes sometidos a prueba. Hay un estado de tristeza, desánimo, aversión al trabajo, irritabilidad, excitabilidad mental; esto incluye casi la totalidad del estado mental que conocemos de este remedio, pues las pruebas fueron hechas con las potencias menores y tintura. La tendencia catarral es muy impresionante; nariz, ojos, pecho y tráquea, todo el sistema respiratorio, dan lugar a un abundante flujo, abundante secreción mucosa; la he visto salir en tales cantidades de la nariz que parecía un flujo continuado, tan copiosamente desde la tráquea y los bronquios que el paciente carraspeaba continuamente buchadas enteras de un mucus blanco, delgado y espumoso. Tiene también marcada sequedad de la laringe y la tráquea con una tos dura, seca, espasmódica. En ciertos casos ha tomado la forma de gripe, con una abundante secreción mucosa; expectoración de buchadas enteras, líquida, acuosa, espumosa; esto es solamente la primera etapa. Posteriormente la secreción se hace espesa, amarilla, dura o gruesa, blanca y pegajosa; tan viscosa, ligada y dura que a pesar de sonarse la nariz y toser el paciente no consigue expulsarla. Totalmente agotado por sus esfuerzos por expectorar el mucus duro, ligado, pegajoso y hasta viscoso; este estado catarral va acompañado generalmente por una diarrea matutina… éstas son sus principales características. Tiene dolores de cabeza catarrales; son aquéllos que se hacen presentes durante períodos de sequedad, alternados con un abundante flujo.; extremada aspereza en la laringe y la tráquea con ardor y escozor, imposibilidad de soportar presión en la boca de la garganta; cosquilleo en la boca de la garganta que provoca tos. Si camina al aire libre, una tos paroxismal le quita el aliento, o si pasa del aire libre a una habitación calurosa, llega la misma tos paroxismal. El dolor de cabeza retorna cuando las secreciones ceden. Una característica saliente es el dolor debajo de la clavícula. Muchas veces la coriza comienza con una marcada sequedad en las ventanas posteriores, por lo que carraspea constantemente; la irritación es tal que no puede dejarla. Hormigueo descrito a veces como picazón que se extiende desde el extremo de la nariz hasta la faringe. La inflamación pasa a los bronquios menores, produciendo una bronquitis capilar y finalmente una neumonía. Es adecuado para estados catarrales agudos y crónicos. En casos de tisis antigua, cada vez que el paciente se resfría, se pone tan sensible al aire frío y a los cambios de temperatura que para dormir se tapa la cara con las cobijas; cada vez que inspira aire sufre unas tos espasmódica. Es un gran remedio para aliviar temporalmente la tisis. Aspereza y ardor, especialmente hacia debajo de la tráquea y debajo del esternón. “Violentos estornudos, con coriza corriente, empeora al atardecer y por la noche”. En Rumex crispus la tos llega a las 11 p.m., esté o no dormido el paciente. “Epistaxis, violentos estornudos y dolorosa irritación de las ventanas de la nariz”. “Influenza, con violento catarro, seguida de bronquitis”. “Raspa la garganta”. “Diarrea matinal con tos por cosquilleo en la cavidad de la garganta”. Rumex crispus es tan sensible al frío, baños y entorno frío como Rhus toxicodendron, pero empeora con el movimiento; Bryonia puede ser confundida con él en su agravación por el movimiento o por hablar, pero Bryonia no es tan sensible al aire frío, a menudo se alivia por el aire frío y empeora en una habitación cálida. “Afonía después de la exposición al frío”. “Mucus tenaz en la garganta o la laringe, constante deseo de carraspear”. “Cosquilleo en la garganta que causa tos”. En las corizas más violentas están ausentes los síntomas febriles de Bryonia, Rhus toxicodendron y Aconitum napellus; Rumex no tiene los síntomas constitucionales, los dolores en las extremidades, la molestia general, la fiebre elevada y la sed; la enfermedad parece haberse localizado. Tos ronca, ruidosa, en ataques, todas las noches a las 11 p.m. y a las 2 y 5 a.m. (los niños). La tos más violenta ocurre unos pocos momentos después de acostarse y por la noche, en algunos casos, una completa afonía.