Los Mejores Remedios Homeopáticos para el Colapso

Camphora: Camphora dibuja un estado de colapso. Frialdad helada de todo el cuerpo; pérdida súbita de la fuerza; pulso pequeño y débil. Primera etapa de un resfriado, con sensación de frío y estornudos. Este remedio tiene una acción directa en músculos y fascias. En afecciones reumáticas locales en climas fríos. Distensión de las venas. Como estimulante cardíaco de urgencia, Camphora es el más satisfactorio. Es característico del paciente Camphora que no se cubre, a pesar de la frialdad helada del cuerpo. Uno de los medicamentos principales en shock. Mejora el dolor cuando piensa en él. Muy sensible al frío y al tacto. Convulsiones violentas, con delirio y excitación histérica. El paciente mejora con el calor y empeora por el movimiento, de noche, por el contacto y al aire frío.

Morphinum: Depresión profunda. Irritable, crítico, histérico. Shock inducido por el terror. Estados como de sueño. Desmayo y esfuerzo para respirar; parálisis diafragmática. Extremidades entumecidas. Inquietud e hiperestesia; temblores, contracciones, sacudidas, convulsiones. Extremadamente sensible al dolor. Dolores neurálgicos súbitos y violentos y desmayos súbitos. Sensación de dolorido en todo el cuerpo. Agravación después de dormir.

Veratrum album: Un cuadro perfecto de colapso, con frialdad extrema, azulado y debilidad, se presenta por este medicamento. Shock postquirúrgico con sudor frío en la frente, cara pálida, pulso rápido, débil. Sudoración fría en la frente en casi todos sus trastornos. Vómito, diarrea y calambres en las extremidades. Las arcadas y vómitos profusos y violentos son lo más característico. Excesiva sequedad de todas las membranas mucosas. El paciente Veratrum mejora caminando y por el calor, en cambio empeora por el tiempo frío, húmedo y por la noche.

Arsenicum album: Los síntomas generales como la siempre dominante debilidad, el agotamiento, y la inquietud, con agravación nocturna, son los más importantes. Gran agotamiento después del menor esfuerzo. Dolores ardorosos. Mucha sed. Infecciones sépticas y vitalidad baja. Gran angustia e inquietud. Palpitaciones, dolor, disnea, desmayo. Temblores, contracciones, espasmos, debilidad, pesadez, malestar. Frialdad de hielo en el cuerpo. El paciente está peor por el tiempo húmedo, después de medianoche, por el frío, y se encuentra mejor por el calor y bebidas calientes.

Fuente: por William Boericke: Manual de Bolsillo de Materia Médica Homeopática. Editorial: IHC.