La endocarditis es la inflamación del revestimiento interno del corazón, llamado endocardio. Por lo general, es causado por bacterias. Cuando la inflamación es causada por una infección, es llamada endocarditis infecciosa. La endocarditis es poco común en personas con corazones sanos.

Los síntomas de la endocarditis no siempre son graves y pueden desarrollarse lentamente con el tiempo. En las primeras etapas de la endocarditis, los síntomas son similares a los de muchas otras enfermedades. Esta es la razón por la que muchos casos no son diagnosticados.

Muchos de los síntomas son similares a los casos de gripe u otras infecciones, como la neumonía. Sin embargo, algunas personas experimentan síntomas graves que aparecen de repente. Estos síntomas pueden deberse a la inflamación o al daño que provoca.

Los síntomas comunes de la endocarditis son:

– Soplo cardíaco, que es un sonido cardíaco anormal del flujo sanguíneo turbulento a través del corazón.

– Piel pálida.

– Sudores nocturnos.

– Dolor muscular o articular.

– Náuseas o pérdida del apetito.

– Sensación de plenitud en la parte superior izquierda del abdomen.

– Emaciación.

– Pies, piernas o abdomen hinchados.

– Tos o dificultad para respirar.

– Dolor en las articulaciones y los músculos.

– Dolor de pecho al respirar.

– Fatiga.

– Síntomas parecidos a los de la gripe, como fiebre y escalofríos.

Los signos y síntomas menos comunes de la endocarditis pueden ser:

– Sangre en la orina.

– Sensibilidad en el bazo.

– Manchas rojas en las plantas de los pies o las palmas de las manos (lesiones de Janeway).

– Manchas rojas y sensibles debajo de la piel de los dedos de las manos o los pies (nódulos de Osler).

– Diminutas manchas moradas o rojas, llamadas petequias, en la piel, en la conjuntiva o dentro de la boca.

Es probable que la endocarditis se deba a válvulas cardíacas defectuosas, enfermas o dañadas. El aumento de riesgo de padecer endocarditis puede ser a consecuencia de:

Mayor edad. La endocarditis aparece con mayor frecuencia en adultos mayores de 60 años.

Válvulas cardíacas artificiales. Es más probable que los gérmenes se adhieran a una válvula cardíaca artificial (prótesis) que a una válvula cardíaca normal.

Válvulas cardíacas dañadas. Ciertas condiciones, como la fiebre reumática o una infección, pueden dañar o dejar cicatrices en una o más de nuestras válvulas cardíacas, lo que aumenta el riesgo de infección.

Defectos cardíacos congénitos. Si la persona nació con ciertos tipos de defectos cardíacos, como un corazón irregular o válvulas cardíacas anormales, nuestro corazón puede ser más susceptible a las infecciones.

Dispositivo cardíaco implantado. Las bacterias pueden adherirse a un dispositivo implantado, como un marcapasos, causando una infección en el revestimiento del corazón.

Antecedentes de endocarditis. La endocarditis puede dañar el tejido y las válvulas del corazón, lo que aumenta el riesgo de una futura infección cardíaca.

Consumo de drogas intravenosas. Las personas que consumen drogas inyectándoselas corren un mayor riesgo de endocarditis. Las agujas que se usan pueden estar contaminadas con la bacteria y provocar endocarditis.

Mala salud bucal. Una boca y encías saludables son esenciales para una buena salud general. Si uno no se cepilla y usa hilo dental con regularidad, las bacterias pueden crecer dentro de la boca y pueden ingresar al torrente sanguíneo a través de un corte en las encías.

Uso de catéter durante tiempo. Tener un catéter colocado durante un largo período de tiempo (catéter permanente) aumenta nuestro riesgo de endocarditis.

Como resultado, la endocarditis puede causar varias complicaciones, entre ellas:

– Problemas cardíacos, como soplo cardíaco, daño de las válvulas cardíacas e insuficiencia cardíaca.

– Bolsas de pus acumulado (abscesos) que se desarrollan en el corazón, el cerebro, los pulmones y otros órganos.

– Coágulo de sangre en una arteria pulmonar (embolia pulmonar).

– Daño al riñón.

– Bazo agrandado.

Remedios Homeopáticos para la Endocarditis

Aurum metallicum – Medicamento muy útil cuando hay arteriosclerosis, hipertensión arterial y paroxismos nocturnos de dolor detrás del esternón. Útil cuando hay presencia de lesiones valvulares de arteriosclerosis, con sensación de que el corazón ha dejado de latir por dos o tres segundos. Hay palpitaciones violentas y opresión del corazón con rápido, débil e irregular pulso con pulsaciones visibles de las carótidas.

Kalmia latifolia – Paroxismos de angustia referente al corazón, palpitaciones del corazón con ansiedad. Punzadas a través del tórax, arriba del corazón hacia las escápulas. Útil para palpitaciones que empeoran al inclinarse hacia adelante. A menudo hay metástasis reumáticas y gotosas al corazón. Hay dolores reumáticos errantes que viajan de arriba hacia abajo.

Spigelia – Útil cuando hay palpitaciones violentas que son audibles. También hay pulsaciones visibles en las carótidas. Útil en dolores violentos, punzantes y compresivos. Hay dolor y ronroneo del corazón.

Veratrum viride – Dolor constante, ardiente, sordo en la región del corazón. Latidos del pulso en todo el cuerpo con pulso lento, blando y débil. Hay pulso irregular e intermitente.

Fuente: por Dr. Rajeev