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Boericke: Cantharis vesicatoria ataca a los órganos urinarios y sexuales, especialmente alterando su función, y da lugar a violentas inflamaciones, y causa un delirio frenético. Produce la inflamación más violenta de todo el tubo digestivo, especialmente el intestino inferior. Dolores ardientes, de desolladura. Es muy característico el deseo intolerable y constante de orinar. Disuria, con otros trastornos.

Mente (manía aguda, generalmente de tipo sexual. Súbita pérdida de conocimiento), Ojos (visión fija, furiosa, vivaz), Garganta (ardor en la boca, faringe y garganta. Gran dificultad para deglutir líquidos. Mucosidad muy tenaz), Tórax (tendencia al síncope), Estómago (ardor violento. Agravación por beber café), Heces (escalofrío con ardor. Con ardor y tenesmo y escalofrío después de defecar), Orina (deseo urgente e intolerable. La orina le escalda, y pasa gota a gota. Deseo constante de orinar), Masculino (deseo sexual intenso), Femenino (ninfomanía), Corazón (pericarditis, con derrame), Piel (erupciones vesiculares. Quemaduras, escaldaduras. Erisipela), Modalidades (Peor por el tacto, o aproximarse, orinando, bebiendo agua fría o café. Mejor frotándose), Dosis (6CH – 30CH. Tolera bien su repetición. Localmente 1DH – 2DH en agua).

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Kent: La característica más importante de Cantharis vesicatoria (ver foto) es la enfermedad inflamatoria, y la característica más importante de la inflamación es la rapidez con que deriva a un estado gangrenoso. Las dolencias inflamatorias siguen comúnmente un curso definido durante días, pero cuando se coloca esta medicina sobre una parte o se ingiere, el estado inflamatorio termina en la muerte de la parte con gran rapidez. Cuando se toma, procede casi inmediatamente a atacar la vía urinaria y establece un estado urémico que aporta los síntomas mentales; la inflamación local aparece súbitamente y esto hace enfermar al paciente con gran rapidez. Los síntomas mentales son impresionantes. Entre los que sirven de guía, está la repentina pérdida de la conciencia, con cara enrojecida. Repentinamente cae en estupor. Confusión mental. Abrumado por ideas extrañas. Los pensamientos son desordenados y van a cualquier parte, como si estuvieran poseídos por influencias externas. La vejiga y los genitales están inflamados y la excitación de las partes frecuentemente provoca el instinto sexual. Violento delirio amoroso. Una excitación como la que acompaña a la inflamación con pensamientos lascivos que corresponden. El instinto sexual se ha enloquecido. Las erecciones en el hombre son dolorosas y violentas. El pene está inflamado y lastimado y sería doloroso el coito; sin embargo existe ese delirio. Una inquietud que lo hace moverse constantemente, rabia y delirio entremezclados con frenesí amoroso. Este tipo de conducta mental en Cantharis vesicatoria es similar a la que se produce en Hyoscyamus niger, Phosphorus y Secale. Un violento delirio entremezclado con conversación e ideas sexuales. En toda la acción del remedio hay ardor. En la cabeza, ardor, latidos, pinchazos. Caída de cabello. Rara vez está indicado en dificultades oculares solamente, salvo las que se producen con síntomas de la cabeza y la mente. Erisipelas de la cara con grandes ampollas. Ardor y escozor en los ojos. En Cantharis vesicatoria las pequeñas ampollas arden como el fuego sólo al tocarlas. Ardor en la garganta. Mucha sed, con ardor de garganta y en el estómago. Sed en la garganta y aversión al agua en la mente. Violento ardor en el estómago, píloro, abdomen. El abdomen está hinchado; dolores lacerantes (desgarrador), cortantes y como de puñaladas. Siempre que hay una rápida inflamación en los intestinos hay diarrea de mucus sanguinolento o líquidos serosos, acuosos, sanguinolentos, de los intestinos y del estómago. El mismo líquido acuoso y sanguinolento de los ojos. Y siempre que este líquido entra en contacto con la piel, arde y provoca excoriación. Orina sanguinolenta. Tenesmo y urgencia por orinar, no solamente cuando la vejiga está vacía, sino muchas veces también cuando está llena. Retención de la orina. No pasa nada o solamente una o dos gotas. La totalidad de los órganos de las vías urinarias y la genitalia se hallan en estado de inflamación y gangrena. Ardores al orinar. Esta orina sanguinolenta arde como fuego en la vejiga y alrededor de los genitales. La intensidad y rapidez son las características de este remedio. Aporta dolor y excitación no hallados en otros remedios. El que le sigue es Mercurius corrosivus. En la mujer existe hipersensibilidad de todas las partes. Inflamación en los ovarios y el útero. Ardor en la vagina. Dismenorrea membranosa. Menstruos demasiados anticipados, profusos, negros.

Nash: Necesidad frecuente de orinar, con tenesmo y dolores cortantes y ardientes. En cada micción se emite una cantidad pequeña e insuficiente de orina, la cual puede ser sanguinolenta. Dolores ardientes muy intensos en los ojos, la boca, la garganta, el estómago, el intestino; en todas las mucosas y la piel. Casi todas las afecciones están acompañadas de los síntomas urinarios característicos. Erisipela con aparición de vesículas o ampollas con contenido seroso y dolores ardientes; útil para quemaduras superficiales (en aplicación local). Angustia indominable, cólera furiosa, delirio violento; intenso deseo sexual en los dos sexos. Aversión a todo: a la bebida, a la comida, al tabaco. Deposiciones disentéricas. H.N.Guernsey escribió: “Es un hecho singular, si bien conocido por la mayoría de los médicos, que cuando hay micciones frecuentes, o aunque no sean muy frecuentes, que estén acompañadas de dolor ardiente y cortante, Cantharis vesicatoria sea, casi siempre, el remedio para cualquier otra afección que pudiera estar presente, hasta para la inflamación del cerebro o de los pulmones”. Podría haber agregado también: para afecciones de la garganta y de las mucosas de todo el tracto intestinal, aun las del recto y del ano, de la pleura o de la piel. El mismo autor escribió también: “Cantharis debe ser siempre recordado y estudiado cuando tratamos afecciones de las vías respiratorias en las cuales las mucosidades son pegajosas (Hydrastis, Kali bichromicum, Coccus cacti, etc.)”. Tuve la satisfacción de verificar esto en el caso de una mujer que sufría de bronquitis desde hacía largo tiempo. La mucosidad era tan profusa, tan adherente y tan filante, que pensé en Kali bichromicum y consideré que debía ser el remedio adecuado; pero no siquiera produjo una mejoría y la enferma fue empeorando constantemente; hasta que un día hizo alusión a que tenía un gran dolor cortante y ardiente al orinar, lo que se veía precisada a hacer con mucha frecuencia; el efecto de Cantharis fue mágico. Necesidad constante de orinar; la orina es emitida gota a gota con extremo dolor. La orina quema. Ningún homeópata, al comprobar estos síntomas en un enfermo, dejará de pensar al instante en Cantharis vesicatoria, cualesquiera sean los otros males que aquejan al paciente, ya que este remedio ha curado las más diversas y variadas enfermedades cuando ellas se presentaban acompañadas de estos síntomas urinarios. Cantharis posee también una acción bien definida sobre la piel. En la erisipela es, en ocasiones, el mejor remedio y la elección tendrá que efectuarse entre él y Apis, que en tal afección a veces también presenta una gran irritación urinaria. En Cantharis, la sensación de ardor es más intensa que en Apis, mientras que en este último es más marcada la sensación pungitiva. Además, los síntomas mentales de los dos medicamentos son por completo diferentes. Siguiendo con sus efectos sobre la piel, debo señalar que Cantharis es un gran remedio para las quemaduras, tanto en aplicación local como también por vía interna para los estados más crónicos y para las secuelas. Sensación de ardor. Si algún remedio merece ser puesto al lado de Arsenicum para los ardores, es precisamente Cantharis vesicatoria.