Hay una gran cantidad de remedios homeopáticos para tratar los casos de fiebre. La fiebre en sí misma no es más que un síntoma, que indica que los mecanismos de defensa del organismo se han activado. Se sabe que la mayoría de los virus y bacterias se destruyen a una temperatura superior a 38°C, y la temperatura entre 37-37,5°C es la mejor para su multiplicación. El cuerpo sabe mejor cómo luchar contra el “enemigo” y nuestro papel es asistirlo, y de ninguna manera crear obstáculos, lo que significaría que la temperatura por debajo de los 38,5°C no suele requerir tratamiento médico.

Durante la fiebre, los mecanismos de defensa del cuerpo se activan y se liberan una serie de sustancias biológicamente activas, como el interferón. El pico de producción de interferón ocurre al tercer día y las infecciones respiratorias virales a menudo se curan rápidamente después de ese período de tiempo. Si la fiebre ha bajado por consumir medicamentos, el cuerpo no producirá la cantidad necesaria de interferón. Como resultado, los anticuerpos ayudarán, pero esta vez la curación podría demorarse más, a veces incluso más de 7 días.

Cómo tratar la fiebre en casa

El cuidado de la fiebre depende de su gravedad. Una fiebre leve sin otros síntomas generalmente no requiere tratamiento médico. Por lo general, una fiebre leve se puede tratar en casa. Cuando la fiebre se acompaña de síntomas leves, como malestar general o deshidratación, puede ser útil tratar la temperatura corporal elevada de la siguiente manera:

– Beber mucha agua.

– Estimula la sudoración: ningún medicamento puede competir con el té de frambuesa.

– Evite que su hijo se sobrecaliente: la temperatura ambiente óptima debe rondar los 21°C; no poner más ropa de la necesaria.

– No obligue a su hijo a comer si no quiere.

– Deje que el cuerpo descanse y duerma más para que tenga suficiente energía y pueda luchar contra los virus.

Pida cita con un homeópata. La homeopatía, al ser una medicina que sigue las leyes de curación de la naturaleza, estimulará el poder curativo natural del cuerpo para devolver el equilibrio y la salud al paciente.

Sin embargo, recuerde que, en algunos casos, la fiebre puede ser un síntoma de una afección médica grave que requiere tratamiento inmediato.

Los 7 mejores Remedios Homeopáticos para tratar la Fiebre

1).- Aconitum napellus – prescrito para la fiebre de inicio brusco, después de la exposición al aire frío (viento), especialmente si el cuerpo transpira. La temperatura corporal es bastante alta (38-39°C), todo el cuerpo “está ardiendo” y la piel está caliente y seca. El niño está agitado, ansioso y tiene sed excesiva. Cuando su hijo de destapa, tiene escalofríos; la fiebre suele ir acompañada de dolor de cabeza con una sensación de presión. Por lo general, la temperatura sube después de la medianoche y, normalmente, el cuerpo suda a medida que desciende.

2).- Belladonna – se recomienda para fiebres altas de comienzo súbito, hiperemia dela cara, tegumentos calientes, manos y pies fríos como el hielo, la piel transpira sólo en las partes cubiertas. Durante la fiebre, el niño no tiene sed. La fiebre se acompaña de un dolor de cabeza punzante. El niño está agitado y, aunque tenga sueño, no puede dormir. La hiperpirexia con sintomatología cerebral también puede aliviarse con el uso de Belladonna.

3).- Bryonia: – se prescribirá en caso de fiebre acompañada de sequedad de las mucosas: boca, lengua, labios agrietados. Hay sed, bebiendo grandes cantidades de agua. Si además hay estreñimiento o heces muy duras, entonces Bryonia es muy recomendable. Puede haber un fuerte dolor de cabeza como si esta fuera a explotar. El niño con fiebre debe permanecer acostado y relajado, ya que los movimientos agravan al paciente. Si hay tos, será seguido por dolor en el pecho.

4).- Ferrum phosphoricum – es muy útil en aquellos casos donde los niños son nerviosos y sensibles, y que sufren de anemia. La fiebre se acompaña de escalofríos y suele presentarse a la una de la tarde. Se recomienda en las fases iniciales de inflamaciones, como bronquitis, otitis, neumonía, etc.

5).- Gelsemium – se prescribe para la fiebre acompañada de dolor de cabeza, que se irradia al ojo, con párpados pesados y caídos, el niño tiene sueño, permanece tranquilo en la cama y está apático. Hay dolor muscular y una sensación de temblor interno; la cara está rojiza y caliente. Los escalofríos se sienten en la columna. Es extremadamente eficaz contra las infecciones virales en climas fríos y húmedos.

6).- Rhus toxicodendron – es útil para tratar la fiebre después de mojarse por la lluvia o después de bañarse en un río o un lago. Todo el cuerpo se siente adolorido, el dolor se alivia con el movimiento. Por lo tanto, el niño parece estar agitado, se mueve sin descanso y bosteza mucho. Punta roja en la lengua. Sensación de sequedad en la boca y sed excesiva.

7).- Chamomilla – se prescribe con mayor frecuencia para la fiebre que acompaña a la dentición, aumenta gradualmente y, a menudo, no supera los 38°C. El niño es muy nervioso, caprichoso, insatisfecho, molesto y agitado y se calma si lo acunan en brazos, lo llevan en brazos o en el coche. Es característico en este remedio la hiperemia de una mejilla, estando la otra pálida. Además, pueden presentarse heces verdes y blandas, acompañadas de cólicos.

Estos remedios se prescriben con mayor frecuencia para tratar la fiebre, sin embargo, estos no son los únicos en los que confía un homeópata. Hay más de 20 remedios que se pueden recomendar para tratar la fiebre, cada uno con ciertas características individuales, que deben tenerse en cuenta antes de prescribirlos a un paciente.

Fuente: por homeopathy.md